miércoles, 5 de julio de 2006

IMPREVISTOS

A veces planificamos las cosas con mucha antelación: meditas cuando será el mejor momento para hacer algo o las fechas en las que puedes hacerlo, ahorras durante "bastante" tiempo el dinero que te va a costar hacerlo, y esperas con paciencia pero con ansia y una gran emoción que llegue por fin ese momento, temeroso, en parte, porque todo salga bien. Un buen ejemplo de esto fue nuestro viaje a Filandia. Lo planificamos con unos seis meses de antelación, aunque incluso para entonces ya llevabamos cierto tiempo ahorrando el pastón que preveiamos nos ibamos a gastar, reservamos los vuelos y el hotel, fuimos comprando la ropa necesaria,... Y afortunadamente luego salió genial (como todos sabeis y habeis visto) y, aunque con su pequeño lado oscuro, fue un viaje inolvidable.
Otras veces, sin embargo, las cosas surgen. No se buscan ni se preveen, simplemente se juntan las circunstancias necesarias en el momento concreto y, ahí está, te lo encuentras de sopetón: aparece un viaje donde no lo había. Esto es lo que nos sucedió la semana pasada. A pesar de que a los dos nos hacía mucha ilusión, no era algo que fuesemos buscando, por lo menos no ahora, ya que por diversos motivos no podíamos permitirnos ese "lujo". Pero de repente todo cambio, se dieron esas circunstancias necesarias en ese momento concreto y ahí estabamos los dos reservando los billetes para nuestro próximo viaje. El 7 de septiembre nos vamos a Inglaterra, aunque este no es nuestro destino final. Como siempre, con la inestimable colaboración de nuestro amigo Pepe, cruzaremos el canal, pasaremos por Francia y llegaremos a Bélgica, más concretamente a Brujas, donde haremos las típicas cosas que hacen los turistas: pasearemos en barco por el río, comeremos mejllones y beberemos cerveza. El resto del viaje es una incógnita: ¿nos quedaremos en Bélgica y veremos alguna otra ciudad?, ¿regresaremos a Inglaterra para no perder la oportunidad de volver al delicioso Misato? No lo sabemos, es algo que deciremos cuando estemos allí, "in situ",y eso es, en parte, lo genial de este viaje.
Van a ser sólo cuatro días, pero que no os quepa ninguna duda, ¡¡¡van a ser muy intensos!!!

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