Fin de semana repleto de emociones

Menudo fin de semana este de San Juan.

El sábado por la mañana llevamos a Daniel a su primera clase de natación. Toda una experiencia. Al principio estaba un poco encogido, pero en cuanto cogió confianza, soltó los brazos y las piernas y se dejó llevar. Aguantó más de media hora, que para un bebé de dos meses no está nada mal. Y disfrutó como un enano. Cómo sería el esfuerzo que, salvo dos ratitos, se pasó todo el día durmiendo y después, por la noche, se volvió a dormir como si nada.

El sábado por la tarde nos visitaron José Manuel y Mª José, que llevaban ya varias semanas queriendo venir a casa a conocer a Daniel pero no había pordido ser. Ellos también estaban esperando un bebé (para dentro de dos semanas). Y digo esperando porque, no sé si por la emoción o porque se les multiplicaron las ganas, el caso es que Mª José se puso de parto el domingo por la noche y a medio día nació su hijo Adrián. ¡Enhorabuena, papis!¡Bienvenidos al club! Ale, José, ya tienes tu bebé, ya no hace falta que le babees al mío. Voy a ir reservando plaza en la escuela de ballet, aunque no creo yo que se crean eso de que se apuntan dos chicos al mismo tiempo. Esta mañana hemos conocido a Adrián, en el Hospital. Muy guapete, aunque espero que no salga con la misma caradura que su padre. Él y su mamá están muy bien, afortunadamente. Ahora a comer y a crecer (el bebé, vale?).

Y el domingo, por si era poco, también tuvimos la comida en familia de celebración del nacimiento de Daniel. Bueno, según algunos, fue un 'almuerzo' y todavía están esperando el cocido. Nos reservaron un salón para nosotros solos, con una mesa enorme y una gran variedad de platitos de nombre raro (más grandes los nombres que los platos), todos ellos riquísimos. Ya os enseñaremos las fotos cuando nos las pase Manu.

Y, para finalizar, les hicimos una visita a Javi y Mª Carmen. Un poco breve, pero nos dió tiempo para ver las fotos de su último viaje a Praga. Ahora están preparando el de Irlanda. Le enseñamos a Daniel su casa, para que vaya cogiendo confianza, pero a esas horas Daniel ya estaba bastante cansado.

Ha sido un fin de semana agotador. La primera vez en dos meses que estábamos fuera de casa a las 21.00 de la noche y cenando fuera. Daniel se ha portado como un campeón.

Y estamos esperando que Antonio y Eva nos den otra buena noticia. De un momento a otro.

Cunita de verano

Mirad. Daniel ya estrenó el fin de semana pasado su cunita para este verano. Nos costó un poquito montarla, pero al final ahí está. Y no parece que le quede muy grande al niño.

Ha sido una semana un poco durilla para Dani, pero está hecho un campeón y la ha superado sin mayores problemas.

El domingo cumple sólo 2 meses, pero se está haciendo grande a pasos agigantados. Ya supera los 5 kilos.

Sin agobios, please

Que seguimos aquí!

Eso que dicen de que te cambia la vida cuando tienes un hijo no llegas a saber lo cierto que es hasta que tienes un hijo y te das cuenta de lo que te cambia la vida. Pasas a vivir día a día. A depender del chiquitín. Que nos vamos a la playa... si el chiquitín quiere.

Y eso que nosotros estamos teniendo una suerte inmensa con nuestro hijo y por las noches dormimos (tocaremos madera). Pero ya se le empieza a notar que se está haciendo mayor. Bueno, todo lo mayor que se puede decir de un bebé de 7 semanas. Empieza a querer pasar más tiempo despierto, a fijar la vista más allá de su naricilla, a quedarse bobo con algo que le llame la antención, a distinguir a las personas que se le acercan...

Eso sí, no me agobiéis, por favor. Dejádme vivir tranquilo, que cuando necesite algo ya os lo pediré. Pero no estéis todo el rato atosigándome con ñoñerías, como si fuera un bebé. Que yo soy un tío serio, salvo cuando estoy con la abuelita Tere.