domingo, 11 de marzo de 2007

Preparado, listo,...

5ª Visita al ginecólogo. Afotunadamente, todo sigue bien, dentro de las medias previstas para el tiempo de gestación. Está situado perfectamente, con la cabeza donde tiene que estar a estas alturas, por eso no sale demasiado favorecido en las fotos.

Sigue con el peso dentro de la media (ya está en 1,800 kg), aunque parece que se ha tomado con algo más de calma eso de ir cogiendo peso. El volumen de la barriguita de Mayte ya delata el avanzado estado de gestación. Y es que quedan menos de 50 días!!!


Por cierto, ya tenemos montada su habitación nueva, con su cuna, su camita, su armario, su cómoda, su bañera... Y su super carrito de carreras. ¡Que la semana que viene empieza la Fórmula 1 y hay que estar preparados!

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sábado, 3 de marzo de 2007

Otro tipo de clases

Desde que tengo conciencia de mi misma, me recuerdo dentro de una clase. Todo empezó en el colegio, donde viví unos años bastante felices sin preocupación alguna, a excepción de ganar en el pilla-pilla o ser elegida de las primeras al formar los equipos de fútbol. Luego llegó el instituto, donde ya había que estudiar, aunque sólo fuese de vez en cuando, y donde conocí a alguna de las personas más importantes de mi vida: a Vicente, que tuvo que "esperarme dos años", y a mi mejor amiga, Mari Carmen. La universidad fue otra cosa: durante dos meses en el curso cogías un bonito moreno bombilla de tanto estudiar, pero el resto del tiempo era genial (las clases, los compañeros, las siestas en el césped,...). Cuando me licencié, encontré trabajo en seguida así que pasé de estar sentada detrás de una mesa a estar de pie delante de una pizarra, pero la historia se repetía: estar todo los días dentro de una clase rodeada de alumnos, apuntes, libros...
Hace tres semanas empecé otro tipo de clases: LAS CLASES MATERNALES (o de preparación al parto como las llaman algunos). Estas clases son totalmente diferentes a las otras clases en las que he estado: no se dan en una clase sino en un gimnasio, no hay mesas, ni apuntes, ni libros... y todas las alumnas estamos gordas (bueno, embarazadas).
Durante la primera parte de la clase todas nos sentamos en un círculo y la matrona explica el tema del día, sobre el que luego preguntamos dudas o comentamos experiencias, así acabamos teniendo charlas de lo más interesantes sobre asuntos como el "puerperio", "la revisión del periné" o "la prueba del exudado", (¿quién no ha deseado alguna vez hablar sobre estos temas?).
En la segunda parte, retiramos las sillas y cubrimos el suelo con colchonetas en las que, con una música relajante de fondo, hacemos ejercicios de fortalecimiento de la zona pelvica, lumbar y abdominal. Dicho así suena a una clase típica de gimnasia, pero nada más lejos de la realidad: intentad hacer cualquier ejercicio, por sencillo que sea, con una sandia atada a la cintura, ¡no es tan fácil!. Tengo que reconocer que resulta de lo más gracioso vernos a todas intentado mantener el equilibrio sobre las colchonetas o rodando sobre ellas para conseguir ponernos de pie pero, no lo voy a negar, nos lo pasamos en grande.
Hacia el final de la clase hacemos ejercicios de "pujas" (que no tiene nada que ver con hacer apuestas), en los que se práctica la posición correcta de empujar durante el parto. Estos ejercicios cansan mucho(y eso que todavía no tenemos los dolores), así que para acabar hacemos prácticas de respiración que relajan bastante.
Como veis, estas clases son toda una nueva y gratificante experiencia, pero tienen algo en común con todas las demás clases a las que he asistido: el miedo que da pensar en el "examen final".