lunes, 20 de febrero de 2006

Lasaña "U", de Adolfo Domínguez


El sábado por la noche nos visitaron Mª Carmen y Javi. Mayte preparó un menú delicioso, con patés y quesos variados (en especial un paté de manzana que estaba riquísimo), lasaña y mousse de tiramisú de postre. La lasaña estaba buenísima, especialmente los trozos del centro, de ahí que terminara con esa forma tan peculiar que Mª Carmen, sin duda inspirada por el ribera de duero, dió en llamar "lasaña U, de Adolfo Domínguez".
Y ya que estaban, como buenos anfitriones que somos les dimos el tostón con las fotos del viaje, el libro, los videos... Se portaron bien, son unos invitados muy sufridos, aunque Mª Carmen y yo siempre acabemos, digamos, con opiniones enfrentadas. Menos mal que Mayte y Javi siempre están ahí para explicarnos lo que el otro ha querido decir. Es lo bueno de la época que nos ha tocado vivir, poder tener opiniones contrarias sin ser quemados en la hoguera. Aunque a veces da ganas. Supongo que será recíproco.

miércoles, 8 de febrero de 2006

De jamones, cuchillos y dedos

Lo ví venir, os lo aseguro. La culpa no fue suya. Toda la culpa fue mía. No tengo ni una mísera excusa. No puedo ni maldecir mi mala suerte. Lo ví venir.
El jamón está en ese punto en el que se resiste a ser comido, en el que ya no basta la destreza, sino que se necesita algo más de fuerza para cortar esa parte más durita, la que deja un sabor de jamón viejo en la boca.
Y el caso es que ya tenía más que suficiente para nuestras catalanas de esa noche, pero he aquí que se me antojó cortar esa punta del jamón, de la parte dura. Con la maravillosa idea de aguantar el jamón por abajo, con el dedo gordo de la mano izquierda haciendo de tope. Y vaya si hizo de tope... del cuchillo. Resultado: Un corte de unos 5 centímetros en todo el centro de la yema del dedo. Uno de los sitios donde más terminaciones nerviosas tenemos. Y las debí cortar todas. 3 puntos y para casa.
10 días. Sin entrenar, sin jugar, perdiendo el curso de natación, drogado por la medicación, cargando todo en Mayte... Por un cortecillo de nada. Parece mentira.
Positivo1: Mayte aguantó el tipo y no se mareó. Al menos no hasta que yo estuve a buen recaudo con los médicos de urgencia. Corre el rumor de que después se desvaneció un poco. Por el calor del hospital, supongo.
Positivo2: Tardaron un poco en atendernos, como de costumbre, pero esta vez no puedo tener ni una queja de los médicos de urgencias que me atendieron. Espero que sirva de precedente.
Positivo3: En las sillas de la cocina y en el sofá del comedor se duerme muy bien. El puñetero dedo no consintió dormir en la cama, en posición horizontal, las tres primeras noches.
Bueno, al menos Mayte ya ha terminado los exámenes. A ver si este finde nos podemos despejar un poco.
Por cierto, ya tenemos tele...