viernes, 7 de abril de 2006

Habemus Sobrino

3 kilos 300 gramos. 51 centímetros. Rosadito, pies grandes, pelicorto, uñifino. De la ganadería Martínez-Parras. Y de nombre Aitor, El Sobrino I.
Ya está aquí, ya llegó. Se hizo de rogar, pero por fin encontró el hueco por donde tenía que salir. Ha hecho sufrir a su madre más de lo esperado. Más de 12 horas en el paritorio son muchas horas. Vamos, a mí me lo parece. Se complicó el tema porque el parto venía de riñones, 'quicir', que todas las contracciones las notaba en la zona de las lumbares (o al menos eso me han dicho a mí), de donde fue operada de una hernia hace poco más o menos un año.
A lo cual se unió que una médica de urgencias la mandó a su casa a la 1.00h de la madrugada del jueves y tuvo que volver a las 2.ooh. "¿Cómo te has ido a tu casa estando así?" "Pues porque la petarda de tu compañera me ha dicho que no vuelva hasta que no tenga 3 contracciones cada 10 minutos". Que igual le podía haber dicho que no volviera hasta que el niño hubiera hecho la comunión. Eso y que casi le ponen la epidural. Primero porque el anestesista estaba ocupado. Y cuando el buen hombre se presenta no se la quería poner, por el tema de la hernia operada. Hospital de Elche. No voy a decir más.
En fin. Que ya somos tíos. Es un nuevo estatus social. Lo malo es que saldrá del Barça, como su padre. ¡Pues no me dice que tiene las piernas arqueadas como Ronaldinho!. Las tiene arqueadas,¡pero como Raúl! ¡como Raúl! Habrá que empezar pronto a traerlo a la luz y alejarlo del lado oscuro...
Bienvenido. El camino del valiente no sigue los pasos de la estupidez, Mirumoto Jinto

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