Los que todavía no lo sepan que se agarren fuerte

Primero fue Aitor -bueno, primero, primero fue el mono de Darwin (o Adán y después Eva, según se prefiera)-. Después, el niño que se ha comido a Aitor. Dorándose y a puntito de salir del horno tenemos a Nieves, guapísima. Y todo hace indicar (a la foto me remito) que dentro de nueve meses estos dos tendrán un nuevo primito (no voy a ser tan cursisocialistaprogresistadeltresalcuarto de poner primito/a; cada idioma tiene sus peculiaridades).

De momento estamos en una situación de standby, esperando a la primera visita al ginecólogo (otro que se va a hacer popular por aquí) y que nos confirme que todo está bien, que la habichuelilla está fuerte y que vayamos encargando la cuna. Entre tanto, Mayte con sus hormonas disparadas, sus varias siestas diarias, sus ganas de comer...

El caso es que, ahora sí, todo va a cambiar. Y de qué manera!. La universidad es un cambio, cierto. El primer trabajo, la casa, la hipoteca, la boda... Pero nada es comparable.

P.D.: Lo reconocemos. Lo hemos hecho pensando en darle una pequeña ventaja respecto a sus otros primos, los que algún día tengan Perico-Vero y Rubén-Paca. Creemos que sólo tiene una posibilidad: Ser más grande, bastante más grande que ellos. Si con todo y eso no puede con ellos pues, chico, nosotros hicimos todo lo que pudimos...