jueves, 25 de mayo de 2006

Aquellos maravillosos años

Cómo pasa el tiempo. Está que se acaba el mes de mayo. Ya ha pasado semana santa, la feria de abril, el rocío, la romería a Orito, el sorteo del borrego de San Pascual...

Lo cual quiere decir, para los que hemos estudiado un poco, que estamos en plena época de exámenes. Unos más otros es verdad. Vale, Mayte está de exámenes. Tiene mucho mérito, de eso no hay duda. Ahí está ella en todos sus ratos libres -atentos a la paradoja- pegándose una panzá a estudiar que diría mi padre. Y yo le digo que menos mal que la 2ª carrera la empezó en plan "me apetece hacer algo". Es como si me apetece comer palomitas y me como toda la plantación de maíz de Carolina del Norte y la del Sur juntas.

Eso sí, estamos haciendo una especie de experimento. Con todas las horas que yo dedico al fútbol, mientras que ella aprovecha para estudiar, me podría estar sacando otra carrera. O hinchándome a comer palomitas.

En fin, recuerdos de aquellos maravillosos años en los que por estas fechas ya empezaba a estar moreno bombilla y tenía aquellos inolvidables y enriquecedores intercambios de pareceres con mi madre a costas de sus, digamos, "no silencios". Un recuerdo especial también para aquella vecina y toda su p...erfecta familia; sí, aquella que se ponía a la máquina con la radio a todo trapo a las 7.30 de la mañana para poder irse a desayunar con las amigas a las 10.30h. En fin, sólo eran unos libracos de derecho, que vistos los de psicología de Mayte tampoco eran para tanto.

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